La semana pasada pasaron varias cosas.
Logré controlar a las hormigas (a propósito, gracias por los ciento de consejos al respecto)
Escribí un mail contando que la estaba pasando mal por un tema personal.
Sin saberlo rompí un esquema donde parece que la gente no muestra sus vulnerabilidades por internet y apuesta a mostrarse siempre pum para arriba
Recibí un montón de «aliento digital» y hasta alguna persona se me acercó a preguntarme si me podía dar una mano. Esto fue mágico.
A! Cómo olvidarlo! Lo que creo que es un Zorrillo decidió que el jardín de mi casa es un buen lugar para buscar gusanos en la noche y se encarga de dejar mi fondo como un Gruyere.
Cosas que pasan.
Hoy les quiero contar una historia de riqueza.
Cerca de casa hay una barraca.
Cuando comenzamos con el proceso de construcción fui a comprar unas cosas y resultó, luego de que estaban cargadas, que al pagar saltó un ruido extraño en el POS.
Sobrepasaba el límite diario de mi tarjeta de débito y no tenía forma de pagar aquello, que no era poco dinero.
¿Ahora qué hago? Me pregunté, sabiendo que quién atendía no me conocía para nada.
Entonces me dice con mucha tranquilidad, llevalo, luego me lo pagás.
Al otro día se lo estaba pagando (tener deudas no es mi actividad favorita)
No fue fácil, por acá cajeros hay pocos y que tengan dinero es una rareza.
Pablo, el personaje de esta historia, se la jugó.
Le podría haber salido mal y capaz que no me volvía a ver nunca más.
Pero eligió confiar.
Ganó mucho más.
Hoy soy un fiel cliente de su barraca.
No le compro por precio, le compro porque sé que estoy colaborando con una empresa local, con empleados de la zona y que es muy buena gente.
Le compro porque confío en él porque él confió en mi.
Dominar el mundo del dinero es poder hacer estas cosas.
No tener que recorrer 20 barracas, buscando comprar por precio, sino gastar un poco más pero sabiendo que estamos colaborando con la economía local, con un tipo que se lo merece.
La definición de riqueza es personal, para mí es tener dinero para poder usarlo colaborando con gente que me gusta ver que le vaya bien.
Un fundamentalista de las finanzas diría que lo importante es pagar lo mínimo posible por el mejor producto.
De hecho, así nos define la economía, como «seres racionales» que toman decisiones en base a su beneficio.
Están viendo solo un pedazo de la historia.
Somos mucho más que eso, somos parte de una comunidad.
Tomar consciencia nos permite obrar irracionalmente para el individuo pero buscando el mejoramiento de la comunidad que nos rodea.
De eso se trata dominar el mundo del dinero
Un abrazo grande
Rodrigo
1 comentario en «Vulnerabilidades, Internet, un zorrillo y la cuenta de la barraca»
Me pasó igual cuando vine a vivir a Los Cerrillos, Canelones. » Llevé no más, la próxima vez me paga». Tan cerca de Montevideo y parece otro mundo. Da para pensar.
Felicitaciones. Me parece muy constructivo todo lo que publicas.
Adelante.