Te quiero contar algo que puede hacer la gran diferencia en tu vida, algo que aprendí cortando pasto.
Crecí en una familia en un cotexto humilde.
Nunca me faltó nada, pero desde muy temprano en mi vida tuve la necesidad de generar mis propios ingresos, porque pedir dinero a mis padres para «cosas de adolescentes» estaba fuera de la ecuación.
Uno de mis primeros trabajos fue de jardinero, en realidad de «cortador de pasto», jardinero me quedaba grande.
Tomaba prestada la vieja podadora de mis padres y le ofrecía a los vecinos cortarle el césped.
Para un estudiante de secundario, con bastante tiempo libre, es una buena forma de generar ingresos y que no necesita mucha especialización.
Algo que me pasaba era que algunos clientes me pedían que fuera cada 15 días, en particular en ciertas épocas del año.
Para mí era lo mejor, porque el pasto crecía menos, eso implicaba menos tiempo de trabajo y me garantizaba un ingreso recurrente.
Ahora, me empezó a suceder que cada vez me llamaban más personas, al punto que comencé a decir que no, muchas veces.
Y ahí viene la mega lección que aprendí que intento aplicar día a día y que es para mi de un valor enorme.
¿Qué me hacía diferente de otros jardineros?
¿Porque la gente me llamaba a mi y no a gente que se dedicaba a hacer ese laburo desde hacía años?
¿Las máquinas? No… yo tenía una cortadora eléctrica muy vieja.
¿La calidad? No creo, yo solo cortaba pasto, hacer un cantero ya excedía mis capacidades.
¿El precio? Capaz que era más barato, pero no era muy relevante la diferencia.
Lo que me diferenciaba es que yo cumplía mi palabra.
Si tenía que ir cada 15 días, iba sin que me lo recordaran.
Si tenía que ir a las 3 de la tarde, llegaba 2:55
Si ensuciaba, limpiaba.
Si estaba lloviendo, acordaba otra fecha y la cumplía.
En otras palabras, generaba confianza, porque cumplía mi palabra
Otros jardineros en el afán de facturar, solían tomar más trabajo del que podían y eso los llevaba a no poder cumplir.
Un día de lluvia les generaba un efecto dominó que terminaba con una semana de retraso.
No los juzgo, ellos vivían de eso, y tomar la mayor cantidad de trabajo era su prioridad, pero la contracara era un a pérdida de confianza.
La confianza se construye con pequeñas cosas, con cumplir cada una de esos compromisos que asumimos, así sean cosas que parecen triviales.
La gente no compra un servicio por sus características sino por la confianza que se genera.
La gran lección es que si cumplimos nuestra palabra, si asumimos solo los compromisos que podemos cumplir, por más ínfimos que sean, vamos a generar confianza y ese es uno de los activos más valiosos que tenemos.
Y ya que estamos hablando de confianza, te tengo que pedir un favor.
En este 2023 quiero llegar a más personas.
Uno de los canales que estoy explorando desde hace un tiempo es Youtube, por ahora estoy subiendo los podcast en formato video, pero la idea es comenzar a hacer contenido exclusivo.
En este mundo digital, dónde los algoritmos deciden como distribuir el contenido, algo que me ayudaría mucho a alimentar el algoritmo es que que te suscribas al canal de Youtube.
Eso me ayudaría a llegar a más personas, dado que cuanto más suscriptores a más personas le muestra Youtube.
Para ti es solo un click, pero para mi implica la posibilidad de impactar en más personas con esto de las finanzas personales.
¿Me ayudas suscribiendote aquí?
Millones de gracias
Un abrazo
Rodrigo