En el 2016 comencé a organizar reuniones entre personas interesadas en este mundo de las finanzas personales y he aprendido mucho de ese proceso, cosa que me gustaría compartir hoy.
La primera reunión fue un experimento que salió muy bien. La hicimos en la peluquería de Gustavo, de los 25 confirmados fuimos 16 y ahí definimos algunos puntos que eran hablar de finanzas personales y no solo de inversión, que era el factor convocante.
En la siguientes reuniones invitamos a gente que tenía algún mecanismo de inversión minorista para ofrecer (o vender) y les pedimos que pagaran el local. El porcentaje de concurrencia fue muy bueno para ser reuniones gratis, dónde no había compromiso ninguno con ir o no.
Las reuniones siguientes nos quedamos sin invitados que pusieran el local y comenzamos a compartir el costo del alquiler entre todos, poco dinero pero los suficiente cómo para que doliera no ir y la verdad que la mayoría de la gente siempre asistió a pesar de que el clima no ayudó en ocasiones. De hecho la mayoría de la gente pidió pagar un poco más y tener café y algo para comer.
Ahora bien, hace unos días organizamos un seminario exclusivo sobre finanzas, junto con Raimon Robert, coach financiero, nos planteamos el desafío de aportar valor en solo dos horas dentro de una temática super basta. Había 70 puestos, tuvimos 70 personas confirmadas y 110 en lista de espera pidiendo ir. Una convocatoria genial para no haber hecho ruido en ningún medio, solo la web… Conseguimos empresas que creyeron en el proyecto y que se la jugaron e invirtieron para poder cubrir los costos.
El día del seminario fueron unas 40 personas nada más y me dolió en el alma. Me dolió porque estoy seguro que de las 110 que quedaron afuera muchas realmente lo necesitaban, muchas hubieran aprovechado con creces lo que teníamos para decir.
La reflexión que hago es que si no podemos siquiera cumplir nuestra palabra, asumir un compromiso sencillo de asistir a una reunión a la cual pedí ir o al menos avisar que no voy a asistir para que otro tome mi lugar, va a ser difícil producir cambios en esas personas. Porque todo cambio comienza por uno mismo.
El sábado 10 de diciembre estamos haciendo un taller de 4 horas enfocado en planificar el 2017. Confiamos ayude mucho a la gente que asista, en esta ocasión va a tener costo, aunque sea simbólico, por varias razones, una de ellas es asegurar que la gente que se interese vaya si así se compromete. Una pena que sea así.
7 comentarios en «Lo que aprendí organizando reuniones de finanzas»
Una lástima que 30 en 70 no fueran. Suele pasar que cuando algo es gratis la gente abusa. A mi me hubiese gustado ir. Tal vez habrá que pensar algún sistema de penalización para los que faltan sin aviso previo de 24hs.
Es así, lo gratis no se valora.
Yo me quedé sin poder ir por anotarme después de las primeras 70 personas. Ahora no puedo pagar para asistir al taller. Justamente por eso me interesaba asistir. Espero que sigan subiendo los videos de la charla pasada a youtube. Con eso me conformo.
Me
Me pasó lo mismo cuando organizamos una conferencia con Finanzas Uruguay. Hay que cobrar por adelantado para asegurar compromiso, lamentablemente es así, lo gratis la gente no lo valora. Suerte Rodrigo y a las órdenes. Cr. Gonzalo Gatti responsable de Finanzas Uruguay
Se me ocurre lo mejor de los dos mundos… cobrás por adelantado y luego le devolvés la plata solo al que asista.
Excelente. Fue lo primero que me vino a la mente, jaja.