Ya llegó la primavera!
En esta época siempre me viene a la mente esta canción 🙂
Por acá estamos en la semana de vacaciones de Primavera.
Suele ser un estrés para los padres como entretener a los niños en casa, que actividades hacer, a donde ir y sin querer muchas veces entramos en el juego de las comparaciones.
Como el caso de Adriana.
Adriana es una persona con la que compartí unas cuantas charlas en su momento.
Sus hijos iban a un colegio caro, pero de los caros, caros.
No es que Adriana tuviera dinero sobrado, es que en su forma de pensar, enviar a sus hijos a un liceo caro era la llave para el éxito en la adultez de ese niño.
Hacía un esfuerzo desmedido para pagar la cuota y las mil actividades que orbitaban alrededor del colegio.
Para ellas las vacaciones eran un estrés, porque sabía que el lunes posterior la maestra iba a preguntar a los niños «Qué hicieron el vacaciones?» y muchos de ellos iban a decir que fueron a Disney, que fueron a una Estancia turística o quién sabe que cosa extravagante.
Esto le generaba una angustia enorme como madre, porque no quería que sus hijos fueran menos, que no encajaran con sus compañeros.
Sin querer entraba en el juego de las comparaciones.
Peleaban de modo silencioso por quién podía hacer la cosa más cara.
Adriana no podía permitirse el lujo de esas cosas y por eso la pasaba mal.
De alguna manera olvidaba el centro de la cuestión, que es preguntarse ¿Qué es lo que hace a los niños realmente felices?
Seguramente ir a Disney sea una experiencia maravillosa, pero es probable que, para ese niño, haya experiencias maravillosas mucho más al alcance de la mano.
Cómo dice el libro El mundo de Sofía, una de la diferencia entre los niños y los adultos es que estos últimos perdieron la capacidad de asombro.
Es así que un niño se asombra de igual manera por ver la montaña rusa más grande del mundo, que por ver una piedra con forma de corazón en la playa, o un pájaro saludando por la ventana.
Y lo mejor de todo, podemos generar ese asombro a costo cero.
La historia de Adriana continuó más adelante cuando se dio cuenta que el estrés que estaba viviendo por pagar el colegio caro no valía la pena.
Cambió a los niños a un colegio más barato, los niños se sienten ahora mucho más parte del grupo y ella no tiene que sufrir cuando se aproximan las vacaciones.
Sus hijos son más felices y ella también.
Dicho esto, pido disculpas por enviar el mail de los Jueves un Viernes.
Es que las primas de mis hijos vinieron un par de días a casa, ellas viven en un apartamento y el hecho de ir a caminar por senderos «inexplorados», ir a recoger frutos silvestres e ir a caminar a la playa nos tiene bastante ocupados. 🙂
Feliz Primavera!
Rodrigo
P.D. Quedan solo 3 meses para Navidad! A tenerlo en cuenta!