Cuando aprendemos a gestionar las finanzas de una organización usamos un conjunto de técnicas que bien podemos extrapolar para nuestras finanzas personales.
Podemos ver a nuestra familia (1) como una organización, tiene entradas y salidas de dinero y debemos abocarnos en no gastar más de lo que ingresa.
Pero hay una diferencia sustancial que tenemos que tener clarísima, el objetivo de una empresa suele ser generar dinero para sus accionistas y ese no es el objetivo de una familia, o al menos no debería de serlo a mi entender. (2)
¿Cuál es el objetivo de una familia?
Yo he pensado mucho en esto y mi opinión es que el objetivo de una familia debe ser la felicidad de sus miembros. Quizás no estén de acuerdo o quizás nunca se hayan hecho esa pregunta, en todo caso les invito a que mediten al respecto, vale la pena.
Ahora nos podemos embarcar en las oscuras aguas de las creencias personales para definir que es la felicidad, déjenme citar una definición que traduce lo que yo pienso
Felicidad: «La experiencia de disfrutar, estar contento o de tener un estado de bienestar combinado con una sensación de que la vida es buena, significativa y que vale la pena»
La pregunta entonces que me hago es ¿qué tienen que ver las finanzas personales en este camino de búsqueda de la felicidad?
Es claro que si nuestras necesidades básicas no están satisfechas es difícil pensar que la vida es buena, por ahí vamos anotando un puntito para las finanzas personales que nos permiten trabajar en pro de cubrir nuestras necesidades básicas y si no llegamos nos enseña que debemos buscar la forma de poder aportar más valor para aumentar nuestros ingresos, cosa fácil de decir pero que suele ser compleja de lograr.
En todo caso, si tenemos hambre, difícil que podamos pensar en la felicidad, como bien queda reflejado en la pirámide de Maslow que dice que para ocuparse de una necesidad, primero hay que tener satisfecha la anterior.
Ahora bien yo creo que nos aporta más felicidad hacer cositas que nos hacen felices de forma frecuente que hacer grandes cosas pero más aisladas en el tiempo. Por ejemplo es más feliz la persona que se da el gusto de ir a comer afuera cada tanto, salir con sus amigos y pasar el fin de semana en la playa que el que está tres años sin gastar un peso porque está ahorrando para comprarse la moto. Quizás comprar la moto nos haga feliz, pero esa felicidad se va a ir por algo que se llama adaptación hedonista que es ese mecanismo que nos hace adaptarnos rápidamente a lo nuevo. Es la explicación que dan los psicologos a esa sensación de vacío que se genera luego de vivir la ansiedad de querer algo mucho y luego comprarlo.
De hecho esto no es algo que lo haya inventado yo, sino que lo dice este libro que tiene una base científica.
El problema de esto es que seguramente a los ojos de las finanzas personales, el amigo de la moto está haciendo lo correcto y el otro no, es un gastador. Porque uno está ahorrando y el otro está gastando. Eso no es así.
Las Finanzas Personales giran entorno a las personas y no al dinero y velan porque nos preguntemos que son aquellas cosas que realmente nos hacen felices para poder hacerlas. No es cuestión de guardar dinero por guardar, ese objetivo debe estar alineado con nuestros valores, con aquello que nos haga disfrutar, estar contento, que nos genere un estado de bienestar que nos haga decir: «La puta, que vale la pena estar vivo!»
Todo este planteo lo tengo en la cabeza desde una reunión el año pasado dónde un amigo del grupo vino y me dijo algo así:
«Sabés, yo tengo un buen salario, gasto muy poco, desde hace años ahorro gran parte de mi sueldo e invierto. Mi objetivo es tener un ingreso pasivo por mis inversiones lo antes posible para no depender de mi tiempo. Ahora, algo no está bien, me doy cuenta que no le compro regalos a mi familia, no me doy gustos, todo está enfocado en el plan»
Amigo, seguramente no sos feliz porque estás tan enfrascado en el plan que te estás olvidando de VIVIR, en mayúscula, que es hacer esas cosas que te hacen feliz, que seguro te impliquen un gasto que te aleje del plan, pero que te aportan felicidad.
Por todo esto hago esta advertencia, no es sabio enfocarse solo en el futuro y olvidarse del ahora. La vida es demasiado corta.
Debemos de buscar el equilibrio. Si es importante fomentar el ahorro y gastar solo en aquellas cosas que están alineadas con nuestra felicidad, pero también es importante vivir la vida de forma plena.
Un corolario de esto es que es preferible poner nuestra energía en trabajar en algo que realmente nos guste, algo que nos apasione hacer, que nos genere placer que hacer algo que no nos gusta solo por el hecho de ganar buen dinero para dejar de trabajar antes y tener un retiro temprano. Yo soy de la idea que la vida es demasiado corta para eso.
Si tengo que resumir todo este post diría: Piensen cuales son las cosas que les aportan felicidad y usen eso como motor para la toma de decisiones. No pospongan la felicidad por un mañana que quizás sea inexistente pero eso no quita que no se preocupen por el mismo. Vivan liviano pero vivan mucho.
(1) Acá me dirán que ganar plata no es el objetivo de una empresa sino ejecutar su misión y visión, no quiero entrar en esa discusión porque no aporta valor en este momento.
(2) Cuando digo «familia» puede ser una familia de una persona, o sea un individuo solo, no es excluyente. Me refiero a familia porque es más generalista.
6 comentarios en «Finanzas Personales y Felicidad»
Excelente post! Me encantó! Yo estaba en la filosofia de «ahorrar para el futuro etc etc» y ahora me fui para el otro lado y estoy en la de «vivir la vida a pleno HOY»… Estoy tratando de encontrar el equilibro entre vivir el hoy y arruinar mis finanzas del futuro. Pero es asi.. la vida es corta…y hay que darse gustos y crear recuerdos lindos, porque para llegar a viejito, lleno de plata, pero sin recuerdos lindos, no vale la pena =)
Gracias Andrea! Es como decís, hay que llegar a un equilibrio, porque tampoco es cierto que la única forma de ser feliz es gastando. Vos lo decís cuando escribís: «crear recuerdos lindos», para eso no siempre es necesario dinero.
Un beso
Muy bien dicho. Lo difícil es encontrar el equilibrio.
Qué bien, Rodrigo. Si bien se trata de un tema amplísimo, había que abordarlo, y lo hiciste muy bien. Se ha escrito mucho sobre el tema, recomiendo los libros de Ernie Zelinski «El placer de no trabajar» y «El éxito de los perezosos». Yo personalmente he notado que si trabajo demasiado, la cantidad de recursos que destino a las «autogratificaciones» aumenta considerablemente, por lo que a veces ni siquiera es rentable desde el punto de vista económico. Concuerdo con Andrea en que el camino es el equilibrio, y que lo más valioso que tiene el ser humano es el tiempo. La educación financiera te permite ahorrar mucho tiempo!
Que gran post Rodrigo! sos un excelente redactor! me inspiro en vos cuando escribo para mi Blog! te felicito porque sin dudas este post va a cambiar el «chip» de muchos de nosotros. Abrazo
Gracias Rodrigo, me hiciste reflexionar, eso de la diversion y darle los gustos a la flia, venia muy enfocado en resolver lo de comprarle el inmueble a mi hijo, y la verdad hay mas espacio para divertirme con el gracias!