En los tiempos que corren, es tan importante el aumento de nuestros ingresos, así como, los ahorros que se logren al consumir.
Para obtener una reducción de nuestros costos, y destinar el remanente para lo realmente importante, es necesario conocer los hábitos de consumo a los que estamos acostumbrados.
Para diferenciar las clases de consumo podemos definirlas de la siguiente manera:
Consumo necesario, es aquel donde los ajustes se realizan para obtener mejores precios ya que son productos necesarios para subsistir. Alineado con esta idea se encuentra el buen trabajo descripto en neuronafinanciera acerca del supermercado mayorista y sus recompensas por la búsqueda de precios. Otros indicadores similares podemos obtenerlos del Ministerio de Economía a través del portal www.consumidor.gub.uy , donde se establece comparativas de precios útiles a la hora de seleccionar los productos y obtener los mejores precios.
Consumo inconsciente, es aquel donde incurrimos sin detenernos a pensar ni por un segundo si es un gasto del cual podemos prescindir, y que puede darse por tradición o costumbre, ejemplo de ello se encuentran las bebidas cola en los almuerzos diarios o los bizcochos en las tardes. Para conocer y reducir los mismos se encuentra la herramienta zetacuentas que permite desglosar nuestros gastos para conocer y reducir este tipo de hábitos.
Consumo inducido o cuasi obligado, donde la publicidad hace estragos en nuestros bolsillos. Nos bombardean con mensajes de realidades inexistentes con el fin de adquirir tal o cual producto, nos dan planes de pagos a medida, y, estos hábitos lo único que generan son milisegundos de alegría, seguidas de deterioros de nuestras cuentas personales y por consiguiente dolores de cabeza.
Te desafío a que en lugar de incurrir en estos últimos hábitos, pienses y ahorres lo correspondiente a un mes de evitar compras innecesarias, al ver tu cuenta con saldo positivo cambiara tu pensamiento consumista, y establecerá inconscientemente en tu cerebro una ecuación de costo-beneficio que cada vez más, optara por el ahorro vs el consumo.
Recuerda que las riendas del tipo de consumo que optes están en tus manos y un consumo responsable evita lamentos posteriores.