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135. El hábito que nos hace más pobres

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La mayoría de nosotros, lo sepamos o no, somos adictos.

Estoy hablando de una droga que es legal, que no está mal vista por la sociedad y que ni siquiera se la tengo que comprar a un dealer.

Es una droga que nosotros mismos podemos generar y que es sumamente adictiva.

Estoy hablando de la dopamina.

En este episodio analizo desde una visión muy personal y casi filosófica lo que le está pasando al ser humano en esta era y planteo algunas estrategias que ayudan a solucionar el problema.

La idea es recuperar un superpoder que estamos perdiendo, la capacidad de hacer foco.

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4 comentarios en «135. El hábito que nos hace más pobres»

  1. Escuchando tu podcast me acordé de algo que pasó en mi edificio. Un día llegaba mi hijo a las 4 de la madrugada y salía agua a chorros del ascensor. Entonces empezó a subir por las escaleras ( 9 pisos) . Cuando llegó al 4 de la puerta brotaba un manantial . Me llamó al celular ( que por supuesto siempre está prendido y a mi lado ) y me explicó la situación. Yo de una empecé a llamar a la vecina que vive en Maldonado y viendo que no me atendía llamé a su hija que vive a unas cuadras para que venga a cerrar la llave de paso de su apto. Pero como ambas tenían su celular apagado fue imposible despertarlas. Si te interesa te cuento el final… Pregunto cómo se comunican contigo para una urgencia alguien que no es un familiar o que no sabe el número de tu teléfono fijo? Te cuento que yo aunque tengo el celular al lado no escucho las notificaciones cuando duermo solo si me llaman porque sé que un llamado a esa hora es una urgencia.

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  2. Tremendo capítulo sobre el cual tengo serios problemas, pero no tanto con el celular… y quisiera comentarlo acá.

    Hay MUCHO para decir sobre este tema, más que nada porque hay toda una industria que compite por nuestra atención, porque eso es lo que venden. Cuando algo es gratis, vos sos el producto. Vale la pena ver “El dilema de las redes sociales”. Ahí están los principales enemigos del foco de las personas, la dopamina y la inmediatez que reina en todas las generaciones.

    Esto bien lo explica Rodrigo en el podcast y es algo que como sociedad estamos inmersos. A todos nos pasa que tenemos miedo de que si cortamos el acceso, nuestros hijos no socializan tanto, y es que es la forma de socializar, estar en contacto hoy en día. Lo cierto es que eso debe medirse, para poder enriquecer, incluso “generando” momentos de aburrimiento.

    Dicho esto, solo quería agregar un par de detalles más. Yo soy de esos que intenta controlar el uso del celular, tengo todas las notificaciones apagadas e incluso intento que mis hijas controlen “voluntariamente” el uso de las aplicaciones (existe la aplicación family link para cuando la voluntad no ayuda).

    En mi caso el problema pasa por hacer muchas tareas en simultáneo, algo para lo cual el cerebro no está programado. Intenten peinarse y lavarse los dientes al mismo tiempo con manos diferentes, y verán que podrán atender un solo movimiento, incluso cuando puedan dejar una mano haciendo un movimiento inconsciente y la otra consciente. Verán que pueden prestar atención a solo una de ellas. Es un excelente experimento entre tantos otros.

    Siempre podemos hacer una que es casi inconsciente, mientras hacemos otras conscientes, y no me refiero a respirar, sino por ejemplo, colgar ropa mientras escucho el podcast de Rodrigo.
    Sin embargo, cuando muchas tareas requieren atención consciente, vamos dejando tareas sin terminar, mientras avanzamos en otra, y así con 20 cosas. Ahí es cuando la yerba queda en la heladera 🙂 Al final del día termino totalmente agotado, y cuando intento recordar que hice, me doy cuenta que no terminé nada, que no cumplí con lo importante que tenía para hacer, por resolver cosas “urgentes”. La realidad es que las urgencias son como las notificaciones, y es difícil “apagarlas” en la oficina. Pero igualmente pueden ser evaluadas e ignoradas en función de múltiples factores.

    En resumen, el FOCO es fundamental en todos los aspectos de la vida, tanto familiar, como profesional. Es un hábito, o como dice Rodrigo, un superpoder que estamos perdiendo.

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