Hola, soy Rodrigo Álvarez. No soy economista, no soy contador. Mi formación universitaria no está relacionada con el área financiera. Sin embargo, gracias a una situación adversa descubrí algo sobre el dinero que muy pocas personas conocen y que aún menos personas practican, y eso me cambió la vida para siempre.
Sé lo que se siente. Provengo de una familia humilde y en mi niñez el dinero era más un problema que otra cosa. Un mal necesario que nunca alcanzaba y que generaba fuertes y largas discusiones entre mis padres.
Ya de grande y con mucho esfuerzo pude estudiar una carrera universitaria (ingeniería) y obtener un trabajo bien remunerado.
A medida que pasaba el tiempo y me iba consolidando en la empresa, también ganaba más dinero… sin embargo parecía que nunca me alcanzaba.
Comencé a utilizar tarjetas de crédito para sostener un nivel de vida similar al de las personas que tenía a mi alrededor. No quería desencajar. Y sin darme cuenta había entrado en una competencia de egos donde ganaba el que aparentaba tener más y mejores cosas.
Intentaba mostrarme despreocupado por el dinero, pero la realidad era que a mitad de la noche me despertaba pensando en mis problemas económicos y en mis compromisos asumidos: las deudas.
Estaba terriblemente angustiado por mi situación financiera, nunca llegaba a fin de mes y mi nivel de estrés no paraba de aumentar.
Cada día gastaba más, pero sentía que no avanzaba hacia ningún lado, como un hámster girando en su rueda.
El dinero me generaba muchísima angustia al punto que comenzó a afectar mi salud y mis relaciones con las personas.
Entonces ocurrió lo peor.
Quedé en cero, o casi.
Estaba totalmente desesperado.
Había perdido todo lo logrado en 10 años de trabajo, incluida una casa enorme en un lugar hermoso a 5 minutos de la playa, que era mi sueño desde que tengo memoria.
Hoy me doy cuenta de que fue lo mejor que me pudo haber pasado, pero en ese momento, me quería matar.
Por alguna razón, decidí que en vez de caer en depresión iba a tomar las riendas y salir adelante.
Lo cierto es que me sentía muy solo entonces, y no tenía con quién hablar de lo que me pasaba.
La mayoría de las personas viven al día, es decir que en la práctica están a un par de sueldos de la indigencia. Pero no es su culpa. En el sistema formal nadie nos enseña nada sobre el dinero. Aprendemos por imitación, y usualmente aprendemos mal.
Por ese motivo comencé a estudiar sobre el mundo del dinero.
Libro que se me cruzaba, libro que leía.
Y me di cuenta de una realidad brutal.
O por lo menos, no era suficiente.
La mayor parte del contenido estaba descontextualizado, no era sencillo aplicar aquello que leía. A mí no me bastaba la teoría, necesitaba pasos concretos para re-hacerme y encarar el dinero de una forma distinta.
Tenía 30 años y no tenía nada.
Entonces, luego de leer cientos de libros y hacer montones de cursos, comencé a estudiar a las personas.
A las que hacen las cosas bien y a las otras, que son la mayoría.
Cada vez que conocía a alguien aprovechaba la oportunidad para hacer un montón de preguntas (muchas de ellas muy incómodas) sobre dinero.
Preguntas poco comunes en un mundo donde el dinero es un tema tabú.
Claro que muchos salieron corriendo y no me han vuelto a hablar desde entonces.
Era el raro que hacía preguntas incómodas y que vivía con sus padres a los 30 (aunque esto fue temporal).
Ojo, personas normales, no supermillonarios de la tele. Gente como yo y como vos.
Gracias a esto en poco tiempo había salido de las deudas, comprado una casa más hermosa aún, y reconstruido mi vida. De hecho la mejoré, y mucho.
Pero sobre todo dejé de sentir esa sensación de angustia con respecto al dinero que me acompañaba desde que tengo memoria.
El gran secreto que descubrí es que la clave para que el dinero no sea un factor de estrés no es ganar mucho o comprar solo cosas en oferta.
No va por ahí.
Tener control significa muchas cosas, pero en este caso se trata de tener un plan: un Plan Financiero Personal.
No es solo saber en qué gastamos nuestros ingresos. Eso es apenas la punta del iceberg. Es tener claro cómo definir objetivos y cómo caminar hacia ellos.
Desde que descubrí el poder del Plan Financiero Personal e obsesioné con el tema y comencé un camino de divulgación que me llevó (sin querer) a ayudar a cientos de personas a mejorar su vida.
Y una vez que tuve el control pude dejar de lado esa sensación de angustia.
Ya no me despierto de noche pensando en dinero. Ya no me preocupo por llegar a fin de mes ni por si el día de mañana me quedo sin ingresos de forma repentina.
Todo eso gracias a que cambié la forma de relacionarme con el dinero.
Y eso es el PFP
Con todo este conocimiento y más de 20 años capacitando equipos de alto desempeño en mas de 30 países, desarrollé un sistema de trabajo que puede hacer que cualquier persona defina y consiga sus objetivos.
El PFP es un mapa de ruta que te permitirá tomar el control de tu situación financiera.
El curso consta de más 12 horas de videos que puedes ver a tu ritmo, y de diversos ejercicios prácticos. No tiene una fecha de finalización.
La recomendación es que no te saltes los ejercicios porque son los pasos que te van a llevar hacia el armado de tu plan.
Te pueden llevar mucho o poco, depende de vos.
El PFP está pensado para cualquiera que quiera tener total control de su situación financiera y dejar de ser víctima de las circunstancias.
No hay conceptos matemáticos o financieros complicados, no son necesarios para nada.
Es importante entender que no es una fórmula mágica para ser millonario, no creo en las fórmulas mágicas y menos en las que te generan dinero.
Tenemos una comunidad en Slack con todos los participantes a la que tendrás acceso de por vida y en la que mantenemos conversaciones constantes sobre el plan y temas relacionados.
Yo estoy presente activamente en la comunidad y respondo todos los mensajes. Todos.
Cada uno de nosotros tiene objetivos distintos, lo importante es saber definirlos. Está el caso de Vale que se propuso cancelar su hipoteca antes de tiempo; el de Camilo y Beto, que decidieron cambiar radicalmente su estilo de vida; o el de Verónica, que entendió como armar un portafolio de inversión para su futuro.
Cualquiera sea el tuyo, con el PFP podrás definirlo y alcanzarlo.
La mayoría de los alumnos del PFP están fuera de Uruguay.
El curso está pensado para que sin importar dónde estemos podamos dominar nuestras situación financiera y construir nuestro plan.
Definitivamente sí.
El curso tiene un conjunto de herramientas prácticas en forma de formularios y planillas para la construcción y seguimiento del plan que hacen que el camino sea exponencialmente más rápido que solo leyendo o escuchando el podcast.
Sí. Si el curso no es lo que esperabas y no te aporta valor antes de los primeros 30 días, te devolvemos el dinero. Sin preguntas.
No te vayas aún!
Te estas perdiendo de un montón de recursos gratuitos que te pueden dar una gran mano!
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