España: una visión subjetiva

Flag of Spain

Flag of SpainAún no se sobre que será este post, tengo varias ideas que vendrán apareciendo línea a línea, pero lo cierto es que siento la obligación de escribir. La razón, es que estoy en un tren, recorriendo España de centro a sureste, viendo montañas pasar y olivos sembrados.

Todo eso me evoca imágenes de mi memoria, donde escritores recorrían en viejos trenes tierras lúgubres e iban registrando en sus diarios los misterios que el camino iba develando.

Yo no soy escritor, no estoy en un viejo tren, pero si hay misterios. El que quiero comentar hoy, es el misterio de la crisis Española. No voy a contarles sobre cómo los inmuebles subieron por las nubes y cómo la gente se hipotecó para pagarlos al punto de que un pudieron pagar más las hipotecas y se los quitaron.

Palabras sencillas para gente sencilla.

Les voy a hablar de mis impresiones después de 3 o 4 viajes a España durante el 2012 y 2013. Cosas que me llamaron la atención que mi cabecita sudamericana le cuesta asimilar.

Lo primero, y seamos claros, en España hay indigencia. Uno supone son extranjeros, pero es difícil saberlo, la máscara del sufrimiento cambia a la gente al punto de no poder saber cuál es su origen. Hay gente pidiendo en la calle. Muchos necesitados, otros, mafias rumanas que están organizadas con el fin de llevar mujeres a pedir a lugares de alto tránsito. Yo tenía la “romántica idea” de que la indigencia era monopolio del sur, me equivoqué.

En contrapartida, el nivel de consumo a la que la gente está acostumbrada es mucho mayor al que tenemos nosotros y ahí radica una de los problemas. Cuando una economía tiene un engranaje tan importante como el consumo interno y este se ve afectado, todo el sistema se ve comprometido.

Por poner un par de ejemplos, la primera vez que vine me invitaron a cenar en el centro de Madrid, al salir no conseguíamos taxi, nos llevó unos 10 minutos lograrlo (habiendo mucho taxis en la calle, todos ocupados) al tomar el taxi, mi amigo español comenta con el taxista: “se nota que la crisis está dura, solo nos llevó 10’ conseguir Taxi”

Otra interesante es que la gente está acostumbrada a comer afuera, no digo que esté mal, pero están acostumbrado… mucho. Al punto que para muchas familias comer en su casa es algo raro. Algo que me comentaban es que no existe la costumbre de “nos juntamos a comer en tu casa” siempre es afuera.

Si bien hay mucha gente, igual se nota un porcentaje de consumo mayor.

El paro, cómo le llaman aquí a los desempleados supera las 6 millones de personas. Es una torta de gente! No conozco mucha gente en el paro, siempre vengo por laburo y es difícil laburar con alguien que no labura. Se de gente que hace un par de años que vive del paro. Y puede vivir del paro. Capaz no puede comprarse un 0km, pero puede vivir. 2 años sin laburar! Ahí hay una diferencia interesante, en Uruguay o Argentina si no laburás por 2 años, te morís de hambre (no quiero entrar en los planes del MIDES, no estoy hablando de eso). Acá la gente no se muere de hambre.

El nivel de vida es bueno, a la gente no está acostumbrada a la austeridad, se rompe la boca comiendo y eso es lo que definen como vivir. Es algo que no se puede objetar, es parte de los valores y costumbres de este pueblo. Lo que sí es mencionable es que es difícil lograrlo sin consumo.

De todo esto se desprende, desde la visión de este observador, que al final de día a un país lo hace su gente. Si la gente necesita del consumo (comer afuera todos los días) para ser feliz, y en algún momento ese consumo se corta, todo es sistema se ve comprometido. Si buscamos la felicidad en otro lugar (cómo en la sonrisa de un niño al comer una galleta casera hecha con amor) quizás podamos producir un cambio desde las raíces.

Me temo que, lamentablemente,  España va a tomar algunas de las cosas malas de Uruguay en el corto/mediano plazo.

 

 

Comparte Neurona Financiera en tus redes

Deja un comentario


Iniciar Sesión

Disponible solo para miembros de los programas de formación