Odio mi trabajo pero me da de comer

odio mi trabajo

Desde hace un tiempo, en diversos ámbitos disjuntos, me ha pasado que he conocido gente que me dice esto «Odio mi trabajo pero me da de comer» cosa que me ha hecho reflexionar al respecto. Reflexiones que quiero compartir en este artículo.

Es normal, en especial en los nacidos antes de los 80 (o sea, no los millenials), que el trabajo que tenemos hoy haya sido producto de un montón de factores aislados que nos hayan llevado hasta ese lugar. Nuestro entorno, lo que estudiamos, el azar, etc… Y es normal también que nuestra rotación en empleos no haya sido mucha, al menos menos común que hoy.

Vivimos la crisis del 2002 y eso también afectó nuestra percepción de la seguridad. No nos gusta mucho andar en falso.

La cuestión es que si hemos mantenido un trabajo por un tiempo, tiene sentido que los ingresos hayan ido aumentando  y que nos vayamos acostumbrando fácilmente a ese incremento salarial.

Ahora, ¿qué pasa si me doy cuenta que ese trabajo no me gusta, pero lo necesito para vivir? Lo que pasa es infelicidad, lo que pasa es que vamos a empezar a ver todo lo malo y nada de lo bueno, vamos a sufrir, vamos a pensar todo el tiempo en que «Odio mi trabajo».

Nos vamos a sentir rehenes de una situación que es muy difícil escapar, víctimas de las circunstancias. Porque es probable que si busco otro trabajo que me guste más, seguramente me paguen menos.

Este dilema es más común de lo que pensamos y las Finanzas Personales tienen alguna recomendación para que nos sintamos mejor.

No sentirse víctima

Somos responsables de lo que nos pasa, ese mantra es uno de los pilares de nuestro control financiero. Eso no quiere decir que hay gente que no la tenga más fácil que otros, pero lo que hago es solo responsabilidad mía. Yo controlo mis decisiones. Si estoy ahí es porque yo lo decidí y si me voy es porque yo lo decido. Yo mando en mi vida.

Nuestro bien mas preciado es el tiempo

Las Finanzas Personales giran entorno a las personas y no entorno al dinero. De nada nos sirve tener plata si soy un infeliz que ando llorando por los rincones. Debemos hacer aquello que nos gusta.

El tiempo es un recurso finito y muy valioso, malgastarlo es sinónimo de tirar nuestra vida a la basura. No podemos estar en un lugar que no nos gusta.

¿Cuál es mi proposito?

Si yo recorro un camino para saber cuál es mi propósito en la vida, me será muy fácil saber cuál es ese trabajo ideal, ese trabajo que me hace sentirme completo. (Parece fácil, pero esto es super complicado).

Una forma de darse cuenta que estás en el trabajo indicado es cuándo sentís que está de mas que te paguen, porque en realidad lo estás disfrutando.

El fondo de reserva, la clave

Supongamos que yo puedo estar un año sin ese «trabajo que me oprime el alma» y dedicarlo a buscar ese trabajo soñado, sin pensar en dinero. ¿No sería más fácil? Bueno, eso se consigue con el fondo de reserva

El fondo de reserva me permite olvidarme de lo que me da de comer por el tiempo que se haya acumulado, y usar ese tiempo para buscar eso que me llene.

El fondo de reserva es una herramienta muy poderosa que todos deberíamos tener, nos permite trabajar con seguridad y eso nos permite ver si estamos en el lugar adecuado.

Tenemos pánico a reducir nuestro nivel de gasto

Usualmente nos aterra el hecho de pensar en reducir nuestros gastos. Cómo nos gastamos todo lo que ganamos (o más) pensamos que es imposible reducir ese monto (a pesar que seguramente en el pasado era posible vivir con menos).

Por eso en Finanzas Personales siempre se sugiere ahorrar al principio para no vivir con todo lo que ganamos, sino con una parte.

Ojo, capaz que no sos vos y soy yo

Tengamos cuidado, capaz que el problema no es el trabajo y es mi actitud, capaz que no necesito tirar todo al bombo y salir corriendo. Puede ser que yo haya perdido mi centro, que esté en una especie de «crisis de la mediana edad» y deba hacerme muchas preguntas. ¿Esto antes me gustaba? ¿Qué cambió en el trabajo? ¿Y en mi?

He conocido gente que pasó a odiar su trabajo, se cambió y luego se arrepintió, porque lo que odiaban no estaba afuera sino que estaba dentro, era algo de de ellos mismos.

 

Para terminar, mi opinión es que no podemos estar en un trabajo que no nos guste, las finanzas personales nos permiten trazar un plan para salir de ese lugar e ir a otro, pero ojo, tengamos claro si el problema es el trabajo o el si el problema es mi percepción de la realidad.

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