La culpa y el consumo

culpa

Analizar el porque consumimos es clave para poder reducir nuestros gastos. Entre todos los causantes de gastos quizás el más fuerte es la culpa.

Hace unos cuantos años estaba en Ciudad de México caminando y me crucé con una banda de Mariachis en un balcón cantando una serenata. Mi primer pensamiento fue «que romántico» pero lejos estaba de la verdad. Lo cierto es que mi guía local me explicó que la mayoría de los casos cuando hay mariachis haciendo una serenata se trata de que el marido engañó a la mujer, ella se enteró y el está intentando arreglar la situación con toda una orquesta en el balcón. Me pareció un buen ejemplo de cómo se está haciendo algo, que sale caro, solo por culpa.

Pero no hay que llegar a tal extremo. En mis idas y venidas por aeropuertos estoy cansado de ver sendos ejecutivos con juguetes recién comprados. No es que comprar un juguete a un hijo esté mal, pero usualmente el niño no necesita que cada vez que nos vamos lo retribuyamos con un regalo. Usualmente se hace para matar la culpa que genera alejarse del niño.
Ayer alguien me decía: «Cuando viajas y el niño es pequeño, se pone triste por que no estás entonces le compras regalos para que asocie el que te vas con eso (Culpa), luego cuando ya tienen 10 años quieren que te vayas porque saben que les vas a traer un regalo».

No se si podemos tomarlo como regla, pero es un hecho que estamos intentando suplementar nuestra culpa con presentes.

Es también una realidad que hoy los padres que están fuera de sus casas todo el día por cuestiones laborales y que cuando llegan a las 6 de la tarde y ven a su hijo lo que quieren es verlo feliz y apaciguar esa sensación de malestar que queda en la boca por verlo solo un rato cada día de trabajo (culpa) por eso el decir a todo que si, evitar el conflicto y porque no algún regalo son mecanismos naturales que utilizamos para sentirnos mejor con nosotros mismos.

La moraleja de todo esto es que debemos tener una conciencia activa de cuando estamos comprando algo para otro que no lo estemos haciendo para apalear nuestra sensación de culpa más que por el hecho de darle algo a alguien. Seguramente si lo estamos haciendo por culpa haya otras forma de remediar nuestra situación. Es que la culpa y el consumo van de la mano.

 

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